Bridges of Time, Ballet de Jiří Kylián
Con la fascinante coreografía del maestro checo Jiří Kylián, la danza se convierte en algo más que cuerpos humanos en movimiento. Es una celebración, una oración, una estela, una cura o un argumento metafísico. Cuatro de sus inspiradas obras conforman el espectáculo de ballet Bridges of Time (“Puentes del tiempo”), el cual deleitará y conmoverá al público en Praga.
Además de poseer una coreografía que trasciende el género, Bridges of Time cuenta con música de muchos compositores notables que abarcan varios siglos y períodos musicales. La música de la primera parte, Symphony of Psalms (Sinfonía de los Salmos), es del compositor ruso revolucionario Igor Stravinsky. Cualquier actuación de ballet sobre sus audaces ritmos está destinada a impresionar, pero cuando la visión de la danza de Kylián se mezcla con ellos, el resultado es increíble.
Le sigue Bella Figura y, como el título sugiere, combina suaves coreografías con la música de compositores italianos del siglo XVIII como Giovanni Battista Pergolesi, Giuseppe Torelli, Alessandro Marcello y Antonio Vivaldi, aunque también está presente el prodigio germano-estadounidense del siglo XX Lukas Foss. Si no está familiarizado con la obra de este último, basta con decir que Leonard Bernstein fue su compañero de clase, amigo íntimo y fan de toda la vida.
Las dos últimas obras, Petite Mort (Pequeña muerte) y Sechs Tänze (Seis Danzas) están coreografiadas sobre las composiciones inmortales de Wolfgang Amadeus Mozart, completando una velada de exquisitas delicias musicales y coreográficas, comisariada y presentada por una de las más grandes figuras de la danza contemporánea de la República Checa. Con música de los conciertos para piano y otras obras instrumentales del genio austriaco, las secuencias celebran su vida y resaltan nuevos aspectos de su estilo musical, subrayados por el movimiento y la expresión física.
Para apreciar la magia de Bridges of Time, el espectador no iniciado necesita ponerse un poco en contexto. Las cuatro secuencias de danza ofrecen una especie de retrospectiva de la obra de la vida de Jiří Kylián. Éste creó cada obra en un momento distinto de su carrera y en un lugar especial, ya sea Stuttgart, Ámsterdam o Salzburgo. Los orígenes musicales y temáticos eclécticos de cada acto se mantienen unidos por el estilo característico y expresivo de Kylián.
Bridges of Time no es sólo una celebración del legado de un talentoso coreógrafo; también honra el nacimiento de la nación de Checoslovaquia, que se remonta a 1918. Entre los muchos estilos musicales y los distintos estilos coreográficos, hay un sentido de orgullo nacional unificador presente a lo largo de toda la representación, que hace que aún se sienta más como en casa, en la Praga dorada.