La Traviata, ópera de G. Verdi
La Traviata de Verdi ha figurado en el repertorio de este teatro de ópera desde su fundación, cuando la nueva compañía decició representar la producción del Teatro de los Estados Alemán en Praga. Éste entonces servía principalmente como medio para apariciones invitadas de cantantes ilustres inernacionales, incluyendo entre otros la legendaria soprano australiana Nellie Melby (18 de abril de 1900). Realmente la primera puesta en escena del Nuevo Teatro Alemán (hoy Ópera del Estado de Praga) tuvo lugar el 9 de noviembre de 1919, bajo la batuta de Georg Széll, seguida de una serie de producciones, en 1930, 1934, 1945, 1959, 1979 y, más recientemente, el 7 de octubre de 1982 dirigida por Ladislav Štros, con decorados de Vladimír Nývlt y vestuario de Josef Jelínek. Dicha producción ha figurado desde entonces entre los títulos con más éxito en la Ópera del Estado de Praga, alcanzando al final de la temporada 2005/2006 un total de 487 representaciones. De la nueva puesta en escena se ocupará un equipo creativo internacional dirigido por el director francés, Arnaud Bernard, cuyos proyectos en años recientes incluyen producciones como las óperas Romeo y Julieta en Chicago, con Roberto Alagna y Angela Gheorghiu (1999); El elixir de amor en el Teatro del Capitolio en Toulouse, con Marcelo Alvarez (2001); Lakmé en el Teatro Massimo de Palermo; Romeo y Julieta en Tokyo (2003); Luisa Miller en la Nationale Reise Opera en Holanda; Romeo y Julieta en Beijing; y El rey de Lahore en Venecia (2004); y más recientemente, durante la actual temporada, La Bohemia en la Arena de Verona. La dirección de la producción musical fue encargada al director italiano Enrico Dovico, un director invitado permanente de la Ópera del Estado de Praga.
En La Traviata, cuyo libreto se basa en la obra del novelista Alexandre Dumas hijo La dama de las camelias, que narra la historia de Marie Duplessis, una notable cortesana e ídolo de la sociedad parisina de los años 1840, Verdi en realidad creó la ópera más importante de la historia tratando un tema social contemporáneo. Este es sólo uno de los varios aspectos de la obra que resultó inaceptable para su audiencia en su estreno en Venecia en 1853: además de esto, también les sorprendió que el papel principal fuera asignado a una cortesana y que, además, ésta fuera presentada como una heroina. Consecuentemente, su estreno fue un fracaso. Pronto, sin embargo, La Traviata de Verdi obtuvo sus primeros éxitos y desde entonces es una obra muy querida en todos los repertorios.